Divulgación | Caridad, la tirita del capitalismo

por Jacinto Dominguez 

Imagen de la caridad

La caridad es una de las tres virtudes teológicas (caridad, esperanza y fe), y además se ha implantado, en la sociedad actual, como virtud humana incluso en la población atea, convirtiéndose en lo que es hoy en día la solidaridad. Darle al que lo necesita, seguramente se ha practicado desde el inicio de la humanidad, pero fue el cristianismo quien implantó esta acción como una cualidad virtuosa y norma para ascender a los cielos, por lo tanto habitual en la población. Vemos con buenos ojos toda acción, aparentemente desinteresada, de darle, o solamente ofrecerle, ayuda a quien necesite de dicha ayuda.

Aclaremos qué es la caridad, solidaridad, limosna, etc. antes de entrar en su análisis social. En primer lugar, está claro que es darle al necesitado, pero no es lo mismo dar con segundas intenciones que hacerlo por el único fin de ayudar, esto último es la generosidad, que debe ser desinteresada, si no pasa a ser una acción egoísta, como lo es la solidaridad, que busca beneficios indirectos, como son la aceptación social, ser halagados por ello, limpiar nuestra imagen, que nos deban algún favor… Pocas veces, o ninguna, vemos esa generosida desinteresada, porque hasta en las personas que dan una imagen de gran bondad, vemos como esa acción considerada virtuosa no la hacen a no ser que haya testigos de ella, por ejemplo. Por lo tanto, la verdadera caridad, la que se hace de la menor forma interesada posible (como mínimo, quien realiza esta virtud, se siente a gusto consigo mismo al hacerla, e incluso en los más religiosos, la cometen pretendiendo tener por ella una recompensa divina, por lo tanto nunca es totalmente desinteresada dicha generosidad), la que se nos escapa de nuestros ojos ya que el que la comete no la usa como escaparate.

Entonces hemos visto como la solidaridad nunca es del todo desinteresada, por lo tanto estas acciones solidarias serán más virtuosas cuanto menos egoísta sean y cuanto mayor sacrificio se haga para realizar tal acción. Pero si hablamos de caridad, generosidad o solidaridad, no podemos olvidar que estas acciones virtuosas tienen lugar porque anteriormente hay una injusticia, que es la existencia de dicha necesidad.

La caridad en la sociedad

Sabemos que para dar, primero hay que tener. El sacrificio no es el mismo cuando se tiene poco, ya que ese poco es para el día a día, que cuando se tiene mucho, aunque se donen cantidades desorbitadas, ya que esa persona no va a necesitar lo que ha donado, sin embargo el que tiene poco y dona poco, ese poco que ha donado sí lo va a utilizar y el sacrificio es mayor.

Para comprender bien cómo se usa la caridad con fines totalmente deshonestos, primero hay que desviarse un poco del tema.

La burguesía se hace millonaria a base del trabajo de la clase trabajadora. La clase trabajadora, para mantenerse viva en el sistema (a una persona sin hogar ni recursos, se la excluye de la sociedad, dejando de vivir para, simplemente, sobrevivir) necesita trabajar, aceptando incluso trabajos de muchas horas diarias, ocasionando que la burguesía necesite a menos trabajadores para generar una misma fuerza de trabajo, dejando a una gran parte de la población en desempleo o con trabajos temporales que no cubren sus necesidades básicas, esta parte de la población, llamada ejercito industrial de reserva, inevitablemente aprieta a los trabajadores para que acepten las condiciones de trabajo impuestas por el capitalista “si no lo aceptas tú, lo acepta otro”. Por lo tanto, podemos decir sin apuros, que la clase burguesa se aprovecha de la necesidad de la clase obrera, sin esta necesidad por parte de los trabajadores sus beneficios menguarían, ya que no estarían dispuestos a vender su fuerza de trabajo tan barata.

Los capitalistas quieren que los que estén en contra del capitalismo, lo mantengan con su caridad.

El sistema capitalista necesita de esta gente necesitada, necesita mano de obra barata, por lo tanto necesita que esa mano de obra esté de forma activa, es decir, que el propietario de ella se mantenga con vida para poder trabajar. Es aquí donde empieza a entrar la caridad, no como virtud, sino como medio egoísta para enriquecerse. Es parte de nuestro día a día ver como estos burgueses ceden parte de lo que han conseguido gracias al trabajo de la clase obrera, para acciones humanitarias, que no eliminan la necesidad de los más pobres, solo la atenúa lo suficiente, primero para mantener con vida a la clase explotada (sobre todo a los más pobres para que sean una imagen de lo que les puede pasar a los trabajadores si se oponen a ser explotados), y segundo, para que esta clase explotada no se revele contra ellos, ya que la población en situación de ultimátum, en la que no tuviera nada que perder, saldría a por lo que le pertenece. Esto último, además, no solo lo evitan manteniendo con vida a los más necesitados, también lo logran aireando sus acciones caritativas, dando una imagen virtuosa cuando la realidad es más bien mustia. Hay muchos ejemplos de empresarios, que es conocido por todos como explotan a sus empleados en su país, y sobre todo en los países tercermundistas, que de vez en cuando donan dinero, ya sea directamente o a través de organizaciones sin ánimo de lucro, y estas acciones son portada en todos los medios de comunicación, consiguiendo, al ceder parte del dinero que han conseguido por medio de la explotación, que la población les esté agradecida por tales acciones de falsa virtud, e incluso, cuando su donación es escasa, defendiéndoles diciendo que podrían no donar nada. La burguesía consigue explotarte y que «la beses el anillo». Si queremos poner un ejemplo claro a todo esto, es el caso de Amancio Ortega, dueño de Inditex, con mano esclava en países subdesarrollados como Brasil, Bangladesh entre otros, y evadiendo impuestos en el país donde cotiza, siendo mayor la cantidad que evade que la que dona, devolviendo una parte de lo que roba y llevándose los elogios pertinentes por hacerlo de forma voluntaria y solidaria. Con esto limpia su imagen por sus acciones de explotación laboral, se gana los elogios de la prensa y los menos críticos, y pone a parte de la población en contra de los que le critican, aunque siempre habrá alguien que no se deje manipular y rechace este tipo de acciones engañosas.

Todo esto consigue crear una esclavitud con cara de libertad, cuando una persona tiene que aceptar un trabajo en condiciones penosas para poder vivir, no se diferencia mucho cuando tiene que trabajar para que no la maten. La diferencia es que con la esclavitud, el dueño del esclavo mataba a este si se negaba a ser explotado, y en el sistema liberal-capitalista, si no aceptas el trabajo, te quedas sin vivienda, sin la posibilidad de optar a otro trabajo (a un sin techo no le contratan), sin dinero para subsistir y arrastrarte a la mendicidad, sin contar que tengas una familia que alimentar, que en ese caso al rechazar el trabajo, no solo te condenas a ti, también les arrastras a ellos al mismo camino dejando a tus hijos sin la posibilidad de un futuro digno, por lo que el sistema capitalista te mata indirectamente si te niegas a los trabajos precarios que te imponen si quieres sobrevivir.

Vemos que la complejidad de esta manipulación lleva a la confusión, por lo tanto vamos a dividirlo por partes:

-La burguesía necesita mano de obra barata.

-Los obreros necesitan trabajar.

-La burguesía crea la necesidad dentro de la clase obrera
para que esté dispuesta a ser explotada.

-La burguesía necesita viva a la mano de obra barata para
poder explotarla.

-La necesidad lleva a la docilidad mientras esta necesidad
no sea vital.

-El miedo a la exclusión social también lleva a la
docilidad.

– La burguesía al dar una imagen virtuosa evita que se
alcen contra ella.

A todo esto, no podemos olvidar la humillación que recibe el destinatario de tal caridad y la superioridad del que da tal caridad sobre el que la recibe. El de arriba entrega al de abajo, el de abajo agacha la cabeza y agradece al de arriba.

Entonces nos queda claro que existe la caridad al haber una necesidad, y esa necesidad existe para que los que tienen el poder lo conserven. Por lo tanto la caridad es uno de los motores principales del sistema.

Los más beneficiados por la caridad, aparte de los destinatarios de esta, ha quedado claro que es la burguesía al necesitar la supervivencia de la clase baja para poder explotarla, pero eso no quiere decir que sean los que más practiquen la caridad. Aunque un burgués, al tener más poder adquisitivo, pueda donar más que cualquier obrero, no se nos hace raro, es más, es cotidiano ver a persona con pocos bienes, cederle un poco a ONGs, a personas que mendigan en el tren, a vagabundos, etc., sí, no ceden mucho porque no pueden, pero la clase obrera al ser tan numerosa, hace que sea su aportación mucho más importante y cuantitativa que la que hace la burguesía en modo de escaparate. Los burgueses, por lo general, no tienen actos solidarios si ello no le va a dar un beneficio, sin olvidar que la fuente de donde sacan esta riqueza que donan, es la misma clase obrera explotada a la que terminan donando.

La caridad como desprestigio a la izquierda

Ya hemos visto como utilizan para su beneficio la caridad, pero no le basta con esto, también necesitan desprestigiar a sus opositores. No se nos hace raro ver, aprovechándose de la ignorancia existente sobre el socialismo y el comunismo, relacionar a la izquierda con ser caritativo, en ningún momento Marx (entre otros) habla de la necesidad de la caridad, todo lo contrario, en todo caso es una cualidad cristiana, religión que generalmente presumen practicar los que critican el socialismo. El comunismo no habla de deshacerse de lo que uno se ha ganado con su trabajo  para ayudar a otros, sino que nadie tenga la necesidad de ser ayudado al poder sobrevivir dignamente con su propio trabajo, que es lo que, en general, todo el mundo quiere y para ello elaboraron un complejo sistema acabando con las clases sociales socializando los medios de producción, poniendo dichos medios en poder de los mismos trabajadores, de tal forma que la burguesía no tendría los medios para explotar a los trabajadores, y por ello desapareciendo y convirtiéndose en unos trabajadores más, algo que la burguesía no va a consentir. Por ello la burguesía mantiene esta incomprensión del comunismo (utilizando sus medios de comunicación), para poder mantenerse en su clase media-alta.

Frases como “si tan comunista eres dame tu chaqueta” “Eres de izquierdas pero compras en multinacionales” o poniendo como excusa “es que yo no quiero mantener a nadie con mi trabajo” cuando eso es lo que se hace en el capitalismo al, no solo mantener, sino enriquecer a los jefes y empresarios a base del trabajo de los trabajadores. Pues esto es un claro ejemplo de lo confundida que tienen a la población sobre el tema. Les viene bien esta confusión, ya que todo el mundo ve que el sistema actual crea grandes desigualdades, pero no puedan dar alternativas ya que las existentes se las describen de forma equivoca e inviable. También vemos como resumen a Marx diciendo que el comunismo es “lo de todos es de todos” cuando no solo es mentira, sino que además, como hemos visto, en el capitalismo, al tener que cuidar la clase obrera, a través de la caridad, de ella misma dando una cantidad de sus pocos ingresos a la supervivencia de los excluidos sociales, se hace realidad, en el capitalismo la frase de “lo de todos es de todos” aunque incluso sería más correcta usar “todo es de unos pocos”.

Los capitalistas quieren que los que estén en contra del capitalismo, lo mantengan con su caridad.

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