¿Black lives matter? Al menos otros 22 muertos en el Mediterráneo esta semana

No todas las vidas valen lo mismo bajo el sistema de valores occidental. Mientras medio mundo se lamenta y protesta por el asesinato de George Floyd a manos de la policía estadounidense, cientos de personas continúan jugándose la vida cada semana al intentar escapar del hambre y la muerte

Por Juan Teixeira / EULIXE

22 cadáveres han sido hallados en las costas de Túnez esta semana. Se trata de migrantes subsaharianos que se dirigían a Europa en un bote que transportaba a 53 personas, y que partió de Sfax (Túnez) hacia Italia la semana pasada. El resto de pasajeros todavía no han aparecido. Mientras, los barcos de recate Aita Mari y Alan Kurdi continúan bloqueados en tierra debido a la política de puertos cerrados que comenzó en Italia con Salvini y el hostigamiento a los barcos de rescate civiles.

No todas las vidas valen lo mismo bajo el sistema de valores occidental. Mientras medio mundo se lamenta y protesta por el asesinato de George Floyd a manos de la policía estadounidense, cientos de personas continúan jugándose la vida cada semana al intentar escapar del hambre y la muerte. Muchos no lo consiguen y mueren ahogados en el Mediterráneo. En 2019, al menos 665 personas murieron intentando llegar a España desde el Norte de África. Según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), más de 20.000 migrantes han fallecido en el Mediterráneo intentando llegar a Europa desde 2014. Unas cifras escandalosas, pero que sin embargo apenas provocan reacciones en la población occidental

Esta misma semana, los guardacostas tunecinos recuperaron los cuerpos de 22 migrantes subsaharianos que se ahogaron en la costa este del país en medio de una nueva ola de peligrosos intentos de cruzar el mar Mediterráneo para llegar a Europa. El portavoz de la corte de Sfax, Mourad Tourki, dijo que se abrió una investigación tras este naufragio en las Islas Kerkennah. El bote que transportaba a 53 personas partió de Sfax hacia Italia la semana pasada. Continúa la búsqueda de los pasajeros restantes.

Según la agencia de la ONU para los refugiados, los intentos de llegar a la costa italiana desde Túnez han aumentado un 150 por ciento en los primeros cuatro meses del año, en comparación con el mismo período del año pasado. Túnez es tanto un país de tránsito para migrantes de otras partes de África como una fuente de migrantes con destino a Europa. El portavoz de la Guardia Nacional de Túnez, Houssemeddine Jebabli, ayudó la semana pasada a que 140 inmigrantes que estaban en Túnez fueron arrestados ilegalmente. 

Libia es el otro país desde donde continúan saliendo botes hacia Europa, a pesar de la peligrosísima situación que vive el país y el terrible trato que se ofrece a los migrantes. A principios de este año, una investigación exclusiva de Associated Press revelaba que la UE ha enviado cerca de 380 millones de euros a Libia con el conocimiento de que ese dinero terminaría en manos de las mafias criminales que se disputan el país y traficantes de personas. Sin embargo, el dinero continúa fluyendo puesto que consigue el resultado esperado: reducir el flujo migratorio en territorio europeo. 

AHOGADOS EN EL MAR, BARCOS DE RESCATE EN PUERTO

Mientras los migrantes se ahogan en el Mediterráneo, los gobiernos europeos bloquean e impiden el rescate a los barcos de salvamento civiles. Es el caso del Alan Kurdi y el Aita Mari: ambas embarcaciones se encuentran inmovilizadas desde el 15 de mayo en el puerto de Palermo tras diferentes inspecciones.

Responsables de los buques de rescate marítimo Alan Kurdi y el Aita Mari han emitido un comunicado conjunto para reclamar el fin a la política de puertos cerrados que comenzó en Italia con Salvini y el hostigamiento a los barcos de rescate civiles.

Los equipos de salvamento marítimo no deben ser retenidos, sino que deben ser apoyados: mientras los barcos continúan bloqueados en el puerto, sigue habiendo vidas humanas en juego en el mar todos los días … Solo los barcos de rescate civil reciben este trato severo por parte de Italia. De hecho, el mercante MV Marina también rescató a refugiados de una situación de emergencia en el Mediterráneo en abril y pudo atracar en un puerto siciliano a los pocos días. A diferencia del Alan Kurdi y el Aita Mari, se le permitió volver inmediatamente sin necesidad ni de inspecciones técnicas ni de cuarentena – Comunicado del Aita Mari y Alan Kurdi

El 19 de abril, el Aita Mari pudo trasladar a los últimos 34 tripulantes de una patera rescatada cuando retornaban a España desde Siracusa, y tras nueve días de espera en aguas del Mediterráneo. El grupo se unía a las 146 personas rescatadas por el Alan Kurdi, y se preparaban conjuntamente para pasar la cuarentena en el puerto de Palermo en Sicilia. El 5 de mayo la Guardia Costera italiana  llevó a cabo una inspección (de control del estado) a bordo del Alan Kurdi y le prohibió salir del puerto. Las autoridades alemanas se mostraron en desacuerdo con las preocupaciones en torno a la seguridad que habían registrado sus homónimos italianos. Una portavoz alemana afirmó: “Desde el punto de vista de la Administración del Estado de bandera alemán, las irregularidades identificadas por las Autoridades italianas no suponen ninguna deficiencia de seguridad seria”. 

Del mismo modo, el 6 de mayo, la Guardia Costera italiana inspeccionó el Aita Mari de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) dejándolo también retenido en el puerto. La organización argumentaba que la mayoría de las deficiencias referidas eran documentales y en ningún caso afectan gravemente a la seguridad a la navegación, ya que el Aita Mari tiene todos sus certificados (emitidos en España) en vigor.

FuentesÁfricaCGTN //  ElDiarioSolidario // InfoMigrants // MosaiqueFM

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